Las artes oscuras impregnan la novela sobrenatural de pinceladas mágicas. Y, es que el vudú mal usado acelera los sucesos de la trama ¡y la lleva al caos!

En su origen, se usó para honrar a los difuntos en las tribus de África y América.

En Benín sigue siendo una religión animista, en la que se eligen a dos sacerdotes a los que llaman egungun (elegidos). Su dios es Mawu-Lisa.

Si has leído Pase lo que Pase, la palabra «elegidos» te resultará familiar y es que la novela no puede ser más extraordinaria.

Si aún no has tenido la oportunidad de leerla, te invito a disfrutarla gratis.

En la trama aparecen varios objetos que se emplean para liberar el mal. A lo mejor, has deducido que lo hacen a través del vudú y, si no, ahora ya lo sabes 😉

Te invito a que leas el siguiente extracto de la novela:

Lúa miró a ambos lados creyendo que [la sombrano se dirigía a ella, pero no había nadie más presente. Al bajar la mirada, cayó en la cuenta de que se encontraba en el centro de un hectágono delimitado por velas, un cráneo de carnero y un cuenco de terracota roto, que contenía tierra, clavos, alfileres y un espejo partido.
El aire se le colapsó en los pulmones. ¿Qué cojones significaba todo aquello?

Contenedor de demonios
sobrenatural

El cuenco de terracota roto simboliza la liberación del mal:

Se metían dentro los clavos y los alfileres para clavarse en el demonio, la tierra para ahogarlo y, el espejo para que se viera a sí mismo atrapado.

Por lo general, se usaba el agua en lugar de la tierra; Después, se enterraba o se quemaba en una hoguera grande.

Durante la edad media, se había convertido en una obsesión usar trampas espirituales para enterrar a los demonios en las extensas tierras de Europa.

El terror a lo sobrenatural estaba extendido por el mundo. Los tibetanos usaron cráneos de carnero como alicientes para atrapar al espíritu; Los haitianos, los pakèt kongo: repositorios mágicos de protección contra el mal y la enfermedad.

Cráneo de carnero
sobrenatural

Lúa está atrapada dentro de una figura con siete esquinas y, en una de ellas, la delimita la cabeza de un carnero.

En la antigüedad, la calavera la empleaban para contener fuerzas negativas, como en el caso de los tibetanos.

Se creía que al enfrentar la muerte o lo maligno con su propia imagen, el mal perdería su poder neutralizado por la presencia del símbolo que lo representaba.

En la mitología hebrea, existe un demonio menor llamado Afu-Ra similar al gran dios Ra egipcio, el responsable de la muerte y de la resurrección.

Baphomet se había asociado a la fertilidad, pero el Papa decidió convertirlo en el símbolo del mal en la época de los Templarios.

Y, así nació, el icono del Diablo.

Sahumerio
sobrenatural

El almizcle blanco, un incienso de origen oriental, se asemeja al olor de origen animal; En específico, al del ciervo, que emana un olor penetrante para atraer a las hembras en época de apareamiento.

El aroma se asocia a lo puro y a lo limpio y, por eso, los árabes de las clases altas, lo consideraban una fragancia exquisita con la que embalsamaban sus barbas.

¡Por cierto, no te asustes! Si alguna vez has usado el almizcle has inhalado el aroma de la semilla que se extrae tanto de las plantas llamadas Ambretta como de las Guayanas y, también, de recursos sintéticos.